El dedo índice señala, acaricia la espalda, pide permiso, o toca una superficie para recibir textura, calor o frío y acusa también. Depende del contexto, un color o forma, damos la confluencia oportuna de sabores y semillas fractales. La palabra del silencio deja dudas en el aire.
En el año 1.981 el terrorismo sanitario del gobierno en funciones, dejó 20.000 afectados, 2.500 fallecidos, y muchas familias rotas por el envenenamiento de Aceite de Colza, (S.A.T.) Hoy 35 años después, otras elecciones nos llevan a las urnas de nuevo, y seguimos aun sin estar todos presentes. Dicho colectivo no ha recibido apoyo desde entonces de la sociedad en que vivimos, ni tampoco del color de ninguna bandera, solo han existido vanas iniciativas de Parlamento difuso, que hasta la fecha de hoy, siempre se quedaron en un cajón de sastre.
¡No estamos todos!
Muy triste situación, ya que tampoco existen tan solo dos párrafos escritos, de ningún buen hacer con pluma certera en ningún libro actualizado de Historia de España.
¿Cuántos Gobiernos debe esperar dicho Colectivo, estos hogares españoles para recibir justicia? Este País parece ser que solo dignifica viejas posturas y a encantadores de serpientes para calentar escaños. ¿Y el más débil, que aguante solo su vela sin perder la esperanza y calidad de vida?
Los juicios más largos de la historia de España sin justicia son: El Síndrome Tóxico por Aceite de Colza en 1.981 y Los afectados de la Presa de Tous 1.982.
«Esperamos todo de estas elecciones»
Todo mi apoyo y respeto para: «Seguimos viviendo» Plataforma del S.A.T.
SEMILLAS DE MEMORIA NO ESCRITA
Los acordes de Cielo y Tierra
quieren hablar de nuevo.
Cansadas de mirar y no ver nada,
las manos dibujan
el aire en los pulmones.
No hay voz singular
para nombrar la hojarasca muerta,
el camino se repite.
Tocamos las paredes de la desidia
e indiferencia de otros.
La experiencia obtuvo siempre silencio.
Sastre & Flores
Juicios largos para los poderosos. Largos porque hacer justicia con quienes practican el daño consciente contra tantos seres humanos no es práctica que este modelo en el que vivimos contemple. «Quién hizo la ley hizo la trampa», dice el refranero español, y es rara vez los pueblos, las gentes, hemos participado en hacer las leyes que rigen nuestras vidas, nuestro empleo, nuestra energía, nuestra educación, sanidad, justicia…
Por eso es tiempo de arrebatar la política de las garras de quienes no nos representan, porque la política, su ejercicio es nuestra herramienta para el entendimiento en sociedad, para hacer posible, lo que es posible, vidas dignas para todos los seres vivos del planeta.
Los afectados por el Síndrome Tóxico por Aceite de Colza son víctimas de acto terrorista, víctimas de la falta de escrúpulos de un sistema, el capitalista, para el que no existimos como seres humanos, sino como instrumentos para su enriquecimiento. La acción y presión social, la acción política, son las vías para dar un cambio de rumbo a tanta injusticia.
Gracias Sastre & Flores por volver a poner luz sobre un asunto que causó y causa tanto dolor.