Vueltas de un confinado para cambiar de vida (9)

Estas son las penúltimas reflexiones de este relato, en el que he pretendido, probablemente con más voluntad que acierto, aportar un análisis de las razones por las que se mantiene el sistema de dominación sobre las personas. También, humildemente, me he atrevido a ofrecer algunas ideas para el desarrollo de una sociedad más justa que en la que vivimos.

En el texto del otro día, alentaba a aquellos/as que quieren que la sociedad progrese y mejore la calidad de vida de las personas, a crear medios de comunicación populares y apoyar los ya existentes, como forma eficaz de combatir la pandemia desinformativa que actualmente sufrimos.    

Para defender la veracidad de las noticias y la divulgación del conocimiento, hay que crear las estructuras y los soportes en los que alojar la información, noticias, acontecimientos, opiniones, y principalmente la intrahistoria (término acuñado por Unamuno para definir los sucesos populares).

Estas estructuras facilitarán el desarrollo de la sociedad y favorecerán que la ciudadanía pueda controlar el poder político, fortaleciendo la vitalidad del sistema democrático.

El moderno mundo de las comunicaciones creado por la informática, abre la posibilidad de crear nuevos modelos de información, que pueden facilitar la trasmisión del saber cómo he ido comentado a lo largo de este trabajo.

Estas estructuras contribuirían también al desarrollo de las capacidades creativas, culturales, a la normalización de la diversidad, así como al fomento de la pluralidad de las opiniones e ideas. Por otro lado, crear estructuras de comunicación populares, protege el derecho a la información y la libertad de las personas a expresarse.

Esta nueva versión de las comunicaciones, que hoy son las redes sociales, puede poner en marcha importantes cambios sociales. Cambios, que si nos lo proponemos seriamente, si hubiera voluntad y conciencia, podrían gestar una sociedad más amable, sensible y sensata.

Para terminar este relato, me gustaría finalizar con una pregunta que, creo, ha sido el hilo conductor de este relato: ¿cuáles podrían ser los medios más eficientes, para construir un mundo mejor?

Me refiero a sociedades en la que no haya explotación de personas ni de animales, que proteja la naturaleza y las condiciones de vida del planeta.

Finalmente he terminado este relato, y debo agradecer a quienes me habéis leído, por el esfuerzo realizado y la paciencia que le habéis puesto. Gracias de todo corazón y mucha salud para todos y todas.

Alfonso.