Vueltas de un confinado para cambiar de vida (2)

Algunas reflexiones más sobre los procesos de manipulación.

El otro día comentaba, que nos moldean el cerebro para inhibir la conciencia y evitar que tengamos inteligencia social. Con ello dificultan la capacidad de las personas para defender sus derechos, entorpeciendo incluso, que se pueda entender la necesidad vital de proteger el planeta.

Actúan también sobre la memoria, borrándonos los recuerdos que podamos tener sobre las medidas injustas que los poderosos han tomado. Nos hacen olvidar rápidamente asuntos como quienes fueron los individuos que estuvieron detrás, y ejecutaron los numerosos expolios que de forma sistemática han ido empobrecido al pueblo.

Consiguen, con cierta facilidad, que no distingamos entre los que hacen esto o aquello, entre quienes trabajan y contribuyen a las arcas públicas,y quienes, por el contrario, se apropian del esfuerzo ajeno.

Manipulando los cerebros, es sin lugar a duda, la manera con la que consiguen perpetuar la explotación de las personas. Disculpad un momento, porque acabo de caer en un importante detalle, que increíblemente pasa desadvertido para la mayoría de la Gente. Y es que Nunca, hemos tenido más medios tecnológicos que los que hay en la actualidad, la ciencia tampoco estuvo más desarrollada que hoy en día, ni la capacidad productiva ha sido tan poderosa como lo es ahora.

Existiendo todo este potencial, quieren hacernos creer que no pueden atenderse las necesidades básicas de la humanidad, es realmente para fliparlo. Este planteamiento, si no fuera por la crueldad que encierra y el sufrimiento que causa, solo produciría risa y lógicamente indignación, indignación por constatar como insultan a la inteligencia de las personas.

Comentaba más arriba, que manipulando nuestros cerebros es como consiguen continuar la explotación, y por lo que voy observando, da la impresión, que cada día lo hacen con mayor intensidad.

Conforman las mentes de la mayoría social, para que defendamos los intereses de las clases dominantes, o al menos, para que no se pongan en cuestión. Sin duda, son contrarios a los de las clases populares, y es fácil de ver, pues lo que ellos se llevan de más, es lo que injustamente a nosotros nos falta, lo que a las trabajadoras y trabajadores les quitan.

Ahí está el truco que históricamente nos han venido haciendo, quedarse con buena parte de nuestro trabajo y de los recursos del planeta. Pienso que, sobre este fenómeno de la explotación, entre los trabajadores y las trabajadoras no hay grandes dudas, y tienen bastante claro que efectivamente les oprimen y extorsionan.

Sin embargo, generación tras generación lo siguen consiguiendo, continúan engañándonos y robando descaradamente. ¿Cómo hacen, para que esto sea posible a lo largo del tiempo? Para mí está claro, manejando los cerebros, diciéndonos lo que tenemos que comprar, donde adquirirlo, en que debemos pensar, o que opinión se ha de tener.

También repiten constantemente su versión de malos y buenos de la película, que son los largometrajes de nuestras vidas, en los que siempre el guion le hacen las clases dominantes.

En los próximos días continuaré con el análisis.

Alfonso.