Utopía, Ciencia, Religión y Fascismo

Durante la etapa histórica del Renacimiento, Tomás Moro, escribió la obra intitulada “UTOPÍA” en el año 1516.

Tomás Moro nació el 7 de Febrero de 1478 en Londres, estuvo al servicio de Enrique VIII, que le mandaría decapitar el 6 de Julio de 1535 por sus discrepancias en lo religioso, Tomás Moro era católico.

La definición más breve de Utopía sería la de “Representación imaginativa de una futura Sociedad que favorece el bien humano”, también se entiende por un “Plan, proyecto, doctrina o sistema deseable que parecen de muy difícil realización”.

 “Con esta obra pretendía abrir los ojos del pueblo a los males sociales y políticos de la época”. Habría sido una HEREJÍA [Pensamiento contrario a los dogmas de la religión católica] haber imaginado, en aquella época, que pasados unos 480 años subir a la Luna, aterrizar en Marte, trasplantar órganos humanos, la radio, televisión y los miles de avances y descubrimientos de cualquier cosa de estas, habría sido tachado de hereje, de brujería y quemado en la hoguera, como pasó con otros científicos, por la Santa Inquisición.

Se dice que lo Utópico es irrealizable, hoy no es una verdad absoluta, pero cabe preguntarse ¿para qué sirve la Utopía? La respuesta casi todos la conocemos, sirve para avanzar y lo vemos día a día.

Este relato se propone poner en primer plano que de la mano de la Ciencia, el Conocimiento, la toma de Conciencia positiva y progresista (ser progresista significa avanzar en todos los aspectos de la vida hacia una sociedad mejor, más solidaria, mas humanizada, menos egoísta, más justa más internacional, de la igualdad entre humanos, sin atavismos ni dogmas paralizantes). Por ello debemos seguir luchando contra los poderes fácticos, contra el egoísmo, la acumulación desmedida de riqueza y el poder a costa de la explotación de humanos, de las guerras y el hambre, la marginación, de tanta obscenidad, que son quienes desde siempre, frenaron el camino hacia la Utopía de lo Social (Ya lo apuntó Tomás Moro, no descubro nada)

Luchemos por una sociedad donde nos abracemos y nos reconozcamos como iguales, con amor fraternal, mujeres y hombres, todos, arrancando de la “Utopía” de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, porque ese debe ser nuestro ADN Ideológico, porque debemos derribar las fronteras teóricas de los Estados, las físicas jamás existieron, repitiendo hasta el final de esta lucha que sólo el egoísmo, la insolidaridad, la negación de derechos, el racismo, la xenofobia, la explotación etc. Son el resultado de una trayectoria universal de seres humanos despiadados, desposeídos de conciencia humana y social, los creadores de fronteras universales, del hambre y de las guerras.

Luchemos por una sociedad utópica, donde trabajemos todos, cada uno según sus capacidades, donde la riqueza producida, y la natural, es redistribuida equitativamente, donde la Ciencia y la Tecnología es aplicada para satisfacer nuestras necesidades y no para el lucro privado, y donde no exista la explotación de seres humanos, con la premisa de la aplicación Universal.

Necesitamos crear un país, un mundo, donde se formen seres humanizados, íntegros, críticos e incorruptibles. Alguien dijo “Dejadme un niño y haré de él un sabio, un necio o un delincuente”

Existen otras Utopías falaces, son las que promueven, desde milenios, las Religiones monoteístas (un solo Dios), como la católica, por ejemplo, porque el mundo feliz que nos auguran es para después de la muerte, por tanto para qué luchar o reivindicar nada en ésta vida si después de morir estaremos en un paraíso de gloria, e incluso resucitaremos. Si es para revivir en las mismas condiciones que tenemos mejor seguir en la gloria. ¿Será este el motivo por el cual la Iglesia nunca se persona en las huelgas y las manifestaciones de los trabajadores? ¿Por eso nos preparan durante toda nuestra vida para ir a la Gloria y recibir allí lo que se nos negó en la Tierra?

El Fascismo de España lo copiaron, en su momento, del Fascio italiano. Esta Ideología dictatorial se desarrolla con más virulencia cuando surgen las crisis del Capitalismo y que éste Sistema de Economía no puede evitar, es uno de los graves problemas que tiene, entre otros, pues la constante contradicción de la competencia salvaje que se genera entre Empresas hace realidad lo de “el pez grande se come al chico” y la superproducción, dado que se produce sin tener en cuenta las necesidades vitales de los ciudadanos y por el contrario les crea necesidades que no precisa creando una sociedad consumista y depauperando el Planeta.

Por ello, en las grandes crisis económicas aparecen los salvadores de la patria con su verborrea populista dirigida a los más desvalidos de la sociedad y prenden en ellos, fácilmente, sus mentiras y demagogias patrioteras. Así está constatado en la, no lejana, historia de Alemania el nazismo (del Nazional Socialismo) y de Italia el Fascismo, así como en otros muchos más países desgraciadamente.

La Utopía que proponemos no está allende el infinito, porque la evolución y transformación de la sociedad nos pone, con sus medios, más cercano el cambio social que nos es tan necesario, necesitamos manifestar nuestro BASTA YA, aportando soluciones, porque hay que tomar conciencia, hay  que cambiar las condiciones de vida a las que estamos sometidos  para dejar una vida digna a nuestros hijos y todo esto también es cosa nuestra.

                                                Alfonso Romero

 

Alfonso Romero García