Los números no son apolíticos.

Cero (0) en vivienda social, cero (0) en transición ecológica, cero (0) en transporte público, cero (0) en municipalización de servicios…

40€ por habitante y año en Gasto Social, sitúan al municipio de San Sebastián de los Reyes a la cola del país.

Cifras que hablan de pobreza. San Sebastián de los Reyes es «pobre» en servicios sociales, dice el último informe de la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, así lo sostuvo Izquierda Independiente en el pleno extraordinario donde se aprobó el Presupuesto 2020. 

El Ayuntamiento de Madrid destina 3 veces más que San Sebastián de los Reyes a Gasto Social, 700 veces más invierte el municipio de Santurce, afirmó Podemos Sanse.

Desaparecen 287.000€ en la partida de Cultura, destacó el Partido Popular, al tiempo que se incrementa en 300.000€ la de Deportes, y el contrato concluso se prorroga, se prorroga, se prorroga…sin debate alguno sobre el proyecto de Deportes que quiere esta ciudad.

Quedan consolidados, con la aprobación del nuevo presupuesto, los incrementos salariales del equipo de gobierno y los cargos de confianza, al tiempo que las cuentas públicas no se hacen eco de reiterados acuerdos plenarios o declaraciones institucionales que quedan en agua de borrajas, como la construcción de un nuevo centro de mayores, la instalación de una planta de autogeneración de energía solar en el aparcamiento público del Hospital del Norte, los compromisos de inversión en educación, los presupuestos participativos…

Aceptada queda también una curiosa cuestión, la privatización de la gestión del cementerio municipal. Curiosa porque a los vecinos y vecinas nos cuesta más privatizada que cuando el servicio se gestionaba desde lo público y se tenían trabajadores a cargo. Esta partida ha pasado de 128.000€ con empleados públicos, a más de 160.000 una vez privatizado el servicio y sin empleados.

No, los números no son apolíticos, como sostuvo Izquierda Independiente en el pleno municipal que aprobó las cuentas del Ayuntamiento para 2020. Los números son la materia prima de un presupuesto, y el presupuesto es la herramienta que permite llevar adelante políticas y proyectos, es el instrumento con el que se diseñan los objetivos y finalidades del gobierno o la corporación municipal.

¡Faltaría más que la herramienta para hacer política fuera apolítica! Este tan manido término, tan manido como difícil de definir y entender, pretende distorsionar una realidad incuestionable y confundirla con el «partidismo». La política forma parte de las ciencias sociales, se ocupa de la actividad que permite resolver o acrecentar los conflictos que suscita la vida en sociedad, la convivencia, por lo que sustraerse a ella resulta francamente complicado.

Por tanto la política está en casi todas las cosas, «nada de lo humano le es ajeno», y cómo no estar presente en los números, partidas, capítulos, gastos o ingresos de un presupuesto municipal. Aprobar unas partidas u otras, supone la apuesta por unos u otros proyectos, por unas u otras prioridades, por una dirección o línea política, por anteponer intereses colectivos o particulares, por la búsqueda del interés general o intereses privativos, por el cumplimiento o no de los compromisos… Un presupuesto son números, y su resultado además de no ser neutral, siempre presenta daños colaterales. En la posición está la responsabilidad.

 

«Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.»

Gabriel Celaya