«Las palabras de Cifuentes prueban que esto es un castigo político»

Padres y madres del colegio público Montelindo, ubicado en Bustarviejo y aludido ayer en la Asamblea de Madrid por la presidenta de la Comunidad, Cristina Cifuentes, han expresado hoy su asombro ante el tono y la confusión con que la dirigente despachó la imposición de un director externo en el centro. «Lamentamos sus palabras porque prueban que esto es un castigo político», sostienen responsables del colectivo.

El colectivo de padres y madres del colegio público Montelindo ha difundido un comunicado en el que aclara que el alcalde de Bustarviejo, Raúl San Juan, efectivamente representó al consejo escolar del colegio, «por elección democrática de este órgano», pero no pertenece a Podemos, tal y como ha insinuado en la Asamblea de Madrid la presidenta de la Comunidad, Cristina Cifuentes, sino a una agrupación vecinal independiente. De todos modos -critica el colectivo de madres y padres afectado-, el simple hecho de que estemos ante un castigo político «es muy grave, ya que penaliza a quinientos padres y madres como si todos ellos fueran votantes de un partido que disgusta a la presidenta y al que, en todo caso, y en contra de lo que erróneamente ha dicho, no pertenece el alcalde». En su comunicado, las madres y padres de alumnos del colegio Montelindo denuncian «la imagen distorsionada» que ha dado Cifuentes de lo que está pasando en el colegio, y explican que San Juan, además de alcalde, «es formador del profesorado como funcionario de la Comunidad».

Los denunciantes añaden por otra parte que «lo que Cifuentes debería explicar es más bien por qué los tres designados por la Administración suspendieron con un cero o un uno, como ayer se dijo en la Asamblea, a una directora que reúne una puntuación objetiva de 11 sobre 15». En su comunicado, el colectivo de madres y padres afectados recuerdan además que «el vecino municipio de La Cabrera (gobernado por el PP) ha aprobado recientemente una moción que condena la imposición a dedo de un nuevo director en el Colegio Montelindo».

Los representantes de la comunidad del colegio de Bustarviejo censuraron asimismo el empeño que demostró Cifuentes por «reducir a porcentajes algo tan sensible como la Educación», ya que, a su juicio, «bastaría un solo caso de ‘dedazo’ para justificar la protesta». Mediado ya julio, los padres y madres de alumnos de la localidad serrana tildan de «gravísimo e inaudito» el hecho de ignorar cuál será el equipo directivo del centro donde estudiarán sus hijos el próximo curso, y ratifican su rechazo al nuevo director por incumplir los requisitos que marca la ley: «carece de proyecto, experiencia, conocimiento del entorno y relación alguna con los niños».