La rosa en el jardín otoñal

He hallado en mi jardín, hoy, una rosa

fragante y luminosa, en su esplendor,

y todo lo que estaba alrededor

contagiado de su presencia hermosa.

Su sustancia otoñal tan generosa,

su delicada vista, su fulgor…

son bálsamo que alivia ese dolor

que a todos acompaña hasta la fosa.

Su presencia atenúa la tristeza

que es aneja a la vida. Ciertamente,

al dolor lo aligera la belleza.

¡Es quimera buscar inútilmente

entre lo que se engendra en la torpeza

otro mejor sustento a nuestra mente!

 Tino S. Santos

Es lo que hay Sanse
ESLOQUEHAYSanse