La Patria son los impuestos

En estos meses convulsos, de declaraciones de la renta y papeles en Panamá, conversando con unos amigos surge la expresión “la patria son los impuestos”.

Se lo hemos oímos con insistencia a Pepa Bueno, la última vez el cinco de abril de 2016, http://play.cadenaser.com/audio/001RD010000004080772/ , aunque lleva años con la cantinela.

Y es que, más allá de envolvernos en banderas, de darnos golpes en el pecho ante la inminente ruptura de la patria, de dar voces a no sabemos muy bien quién o de culpar a los otros (“el infierno son los otros”, siempre los otros), la expresión contiene una carga de verdad y profundidad pasmosa.

Por favor, déjese usted de pulseritas, de lecciones y selecciones, de dar voces a los de al lado, de ser más que los demás y pague orgulloso sus impuestos, porque hacer es la mejor forma de decir, y cuanto más pague, más orgulloso debería estar usted de su patria y, permítame que se lo diga, más orgullosos de usted estaremos los demás.

Y si fuera tan amable, hágalo aquí, en España, en su país. El de la bandera roja y amarilla por si duda usted señor Ministro. Al que amamos tanto, el que nos enerva y nos da el chispazo.

Sí, ya sé, que a la bandera le falta el morado comunero, que hay contribuyentes en las cunetas, que el gasto se despilfarra en armamento, mordidas, corruptelas, en siglos de dinastías y estatuas para mini-faraones, que es injusto, que no redistribuye, que es que este país …. lo sé, yo mismo me lo digo a veces cabreado.

Pero esos son otros problemas que habrá que resolver pero piensen que sin justicia, sin igualdad y sin fraternidad sólo debería haber paraísos para los fiscales. Vamos a por ello.

Keru