Kike ha salido a la calle, cámara en mano, a ver, a observar, a recoger…Estamos en Madrid, capital del reino de España, país invitado permanente del G-20, y la 12ª economía del mundo. También es España ese lugar donde las desigualdades crecen, y crecen, y crecen hasta retrotraernos a hace más de tres décadas.
Rostros, momentos, vidas,… que también existen en las calles de una u otra ciudad de España
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Se suele definir a una persona indigente, como aquella que es de pobreza suma y sin ningún tipo de recursos.
Entre las causas de la indigencia está el modelo económico que acentúa la exclusión; la individualización de la sociedad; la presión de los modelos sociales y el intento de huida de estos.
La indigencia no se visibiliza, se rechaza su presencia e incluso la relación con estas personas es aún tabú. Las mismas instituciones no sólo tratan de invisivilizarla, sino de erradicar su imagen en las calles, dando unos servicios que no se les trata como a personas con dignidad. En ningún momento se intenta erradicar sus causas.
La mejor manera de combatir la indigencia es expandir la economía y crear puestos de trabajo, la redistribución de la riqueza, que los sueldos sean acordes a la realidad económica del país. Que el gobierno asuma su papel en erradicar el desempleo.
La solución a la indigencia depende principalmente del Estado. Si bien todos los ciudadanos somos responsables de trabajar juntos para el bienestar común, es el Estado quien debe hacerse cargo de que todos los derechos sean respetados y que todas las personas accedan a la misma calidad de vida, ofreciéndoles los servicios y recursos más importantes para poder encaminar sus vidas.
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