¡Basta ya al capitalismo!

La esencia del Capitalismo se resume en ésta sencilla fórmula que apuntó el gran Filósofo C. Marx: Dinero-Mercancía-Dinero.

Con ella podemos afirmar que el proceso de producción en el Capitalismo está formado por la inversión de Capital, la producción de Mercancías y su Comercialización, recogida de beneficios y volver a empezar, creándose así el Proceso de Acumulación de Riqueza.

El Capitalismo no contempla el bienestar de la sociedad, de la que vive, a la que explota y necesita para su proceso de desarrollo sin control, es el Sistema depredador de seres humanos y del Planeta. El Capitalismo se puede autodenominar liberal, derecha moderada, socialdemocracia, o como quiera disfrazarse, pero lo que no cambia son sus principios de “Economía de libre Mercado”, es un eufemismo, porque en esa definición se oculta el hambre, la miseria, la inseguridad, el paro laboral y un largo etc.

Han transformado el Derecho a vivir con dignidad en una mercancía más llamándolo “Mercado de Trabajo”. Se proclaman como los creadores de los puestos de trabajo, bien, entonces quienes son los creadores del paro laboral, quienes crean las grandes bolsas de pobreza, quienes impiden el acceso al trabajo de los jóvenes que buscan su primer empleo, por qué el paro se ha convertido en estructural y, además, se habla de ello con toda naturalidad ¿Por qué es lo que hay? Esos millones de personas y de familias cómo pueden tener una vida digna, porqué con mediana edad si te quedas sin trabajo tienes la imposibilidad de encontrar otro para, al menos, seguir viviendo de alguna manera, porqué se quiere alargar la edad de jubilación con esos millones de trabajadoras, trabajadores y jóvenes parados.

En 2008 decíamos desde Izquierda Unida: “ El Capitalismo está en una crisis global, una crisis “sistémica”, como se dice, implícita en el propio sistema de globalización neoliberal capitalista. Una crisis que ha explotado por las costuras de su modelo financiero, pero que también presenta un catálogo de fracasos en el modelo económico de desarrollo, el energético, de alimentos, sobre el medio ambiente y un largo etc.”

Han pasado trece años, y esta gran pandemia universal ha venido, para mayor desgracia nuestra, como también las crisis del Capitalismo, para poner más en evidencia las descarnadas decisiones del Capital para seguir manteniendo sus riquezas, sus privilegios, su deshumanización, son como los poderosos Dioses del Olimpo, siguen acumulando riqueza, y millones de seres humanos (también hijos de Dios) han muerto ya, seguirán muriendo y ellos acumulando.

Han fracasado también al crear valores de nula convivencia basados en el consumismo, el despilfarro, egoísmo, individualismo, insolidaridad, sólo las colas del hambre son una muestra evidente, inaudita y sangrante de la actitud del Capital ante tanta desgracia y necesidades, es la cara más inhumana del Sistema, salta a la vista, pero pudiera ser que ésta pandemia esté agudizando todo a niveles insoportables y de explosión social.

Este talante del Capitalismo no es nuevo, en el principio de la primera Revolución Industrial, en Inglaterra, comenzó la terrible explotación en la fábricas, de hombres, mujeres y niños, no había límites horarios ni de edad para los niños que también trabajaban y  costó, sangre, sudor y lágrimas conseguir la jornada de ocho horas.

Hoy, la Revolución Tecnológica, nos comienza a desahuciar de nuestra capacidad productiva como forma de vida, la tecnología y la robótica hacen el trabajo, por lo que la “mercancía de la mano de obra” (Venimos del Mercado de Trabajo) no es fundamental al tener unos medios de producción más eficaces y productivos, y por añadidura no hacen reivindicaciones, ni huelgas demandando salarios justos y derechos laborales.

Por ello: ¿Por qué, a pesar del aumento de la productividad, se está aumentando la edad de jubilación? ¿Dado el inmenso potencial de la Inteligencia Artificial para reemplazar el trabajo aburrido, repetitivo y peligroso, por qué no ha crecido el ocio y el trabajo es tan ingrato como siempre? ¿Por qué aumentan la desigualdad y la pobreza? ¿Por qué el potencial liberador de las nuevas tecnologías se utiliza para la vigilancia y la recolección de datos con fines de lucro por parte de Google, Facebook y similares? ¿Por qué la Banca española, después de haber sido sacada a flote con dinero público, haber obtenido beneficios mil millonarios, se propone despedir a miles de trabajadores?.

Por qué, y hasta cuando nos vamos a permitir estar encerrados en esta jaula universal capitalista donde cada día somos más los desheredados del trabajo, de una vida digna, con una juventud sin futuro, hasta cuándo vamos a tolerar que nuestros mejores cerebros, formados en nuestras Universidades Públicas con dinero de todos, se marchen de nuestro país y sean otros países los que se aprovechan de ese providencial maná. Hasta cuando dejaremos de lamentarnos y tomaremos la decisión Democrática de votar por el Progreso Social y por una vida digna para todos. Para recobrar la empatía por nuestros vecinos, por toda la gente trabajadora, para que todos nuestros jóvenes tengan un futuro de progreso y de vida, para que nuestros mayores dejen de estar almacenados como si fueran una mercancía.

Hasta cuándo vamos a tolerar que se nos trate como mercancía cada día más devaluada en el mundo del trabajo que es nuestra forma vida. Hasta cuándo vamos a tolerar que el Sistema socialice las pérdidas y privatice los beneficios. Hasta cuándo vamos a seguir discutiendo si son galgos o podencos mientras estamos siendo, poco a poco, y más cada día, dejándonos meter en la gran jaula universal de los desposeídos. ¿Estamos condenados a sólo poder expresar lo mal que estamos viviendo la inmensa mayoría de los miles de millones de éste planeta sin movernos para acabar con éste monstruo que terminará devorándonos junto con el Planeta?

Colofón final: Al Capitalismo le acompaña el Parásito del Fascismo, lo lleva en su ADN, bien disimulado, y en las grandes crisis surge aprovechándose de la situación de miseria y necesidad en la que se ve involucrada la clase trabajadora, es el momento en el que el fascismo resucita con el populismo, la demagogia, las mentiras y las amenazas, el Capital no levanta un dedo contra él porque está apoyado por estos parásitos que surgen de sus entrañas para defenderlos. Tenemos un ejemplo reciente en lo ocurrido en el Debate de la Cadena Ser con las amenazas de muerte.

                                                                           Alfonso Romero