¡No valen componendas!

Allá en la noche de los tiempos (el neolítico, para más señas) se creó, con el beneplácito o no, de nuestras antepasadas, una división de tareas que ha llegado hasta hoy, convertido en este sistema que nos encasilla y nos condena y que les beneficia a ellos, claro que depende, o quizás les perjudica, porque cuando el fallo del propio sistema social, les supera, se indignan ante su fracaso y su impotencia, y algunos, los más cobardes, lo pagan con sus más cercanas féminas, (compañeras, madres o hijas)..

Rescatémosles de tal situación, aliviemos su impotencia y turbación, arrebatémosles el poder que detentan, y ocupemos el lugar que nos merecemos en base, cada cual a su capacidad y su propia inteligencia. Igualdad, no, a veces preeminencia. Ni igualdad en consejos de administración ni generosas y progres  listas cremallera, que tontería. Hombres y mujeres en  la libre competencia con sus aciertos y sus deficiencias, y a ver quién tiene más cordura y más agallas, más fe en lo que cree y por lo que lucha, y más valentía a la hora de llevarlo a cabo.

Hay un feminismo acomplejado, y dirigido por el propio sistema machista y paternalista, que busca como objetivo último la igualdad. ¡Que estupidez!

El feminismo sin complejos exige la igualdad de oportunidades, y por lo tanto la libre concurrencia. Queremos arrebatarles el poder y destrozarles el sistema.

¡No amigas, no valen componendas!

Es el día de la mujer trabajadora, es decir, el día de la mujer, porque es lo mismo, todas somos trabajadoras, en sus casas o en los tajos, dado que las ociosas y las meretrices en el poder son, complacientes traidoras a su condición de mujeres y simplemente son para la sociedad, como las tratan ellos, macetas y floreros.                        

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