Un hombre


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Porque hay en nosotros una pelea que librar. Porque el feminismo también es para tí. De su mano. Hacia delante.

Un hombre.

Un hombre se levanta.

Un hombre no sueña.

Un hombre mira por la ventana. La mañana huele a sangre seca en su garganta.

Un hombre siempre fuma demasiado.

Un hombre siente un escalofrío de soledad.

Un hombre recupera, siempre, la compostura. Incluso estando solo.

Un hombre se tira un pedo y mea fuera de la taza.

Un hombre se ducha y se hace una paja pensando en otra.

Un hombre no desayuna. Ni lee las noticias.

Un hombre solo se preocupa de si hay zumo de naranja para mañana.

Un hombre conduce con una mano.

Un hombre está harto de que intenten cambiarle.

Un hombre insulta a otros conductores.

Un hombre empieza a notar la falta de pelo. Y se ajusta la corbata. Y mira sin ver su reloj.

Un hombre debe llevar reloj.

Un hombre siempre tiene vocación de líder. Invariablemente aspira a más.

Un hombre no pierde cara en el trabajo.

Un hombre te preguntará si planeas quedarte embarazada.

Un hombre entrelaza las manos en las reuniones.

Un hombre te lleva a una cena que pagará.

Un hombre come siempre mucho, tiene un gran apetito.

Un hombre sonríe y levanta la ceja.

Un hombre te seducirá mostrando sutilmente que puede ser vulnerable.

Un hombre te miente mirándote a los ojos.

Un hombre te dice que sin condón es mejor, que no pasa nada.

Un hombre te dirá luego que hay que tomárselo con calma.

Un hombre no va a admitir que te necesita. Nunca pide más.

Un hombre necesita propiedades. Y tú serás una. Te pondrá un nombre con diminutivo.

Un hombre te dirá que alegres esa cara, que te pones muy fea cuando estas seria.

Un hombre se ajusta el paquete y se sonríe.

Un hombre se mira al espejo y tiene identidad. Se lo dicen las revistas. Y la televisión. Y los anuncios.

Un hombre jamás sabrá quién es realmente.

Un hombre amordaza cualquier intuición. Si pregunta, es solo con los ojos.

Un hombre irá luego al bar.

Un hombre da grandes palmetazos en la espalda.

Un hombre te reta: “vamos joder, no seas maricón”.

Un hombre no entiende esas reivindicaciones.

Un hombre se emborracha y babea.

Un hombre siente angustia.

Un hombre se arrepiente y manda mensajes.

Un hombre se mira al espejo y solloza.

Un hombre debiera ser la esperanza blanca. Y la negra.

Un hombre es transversal.

Un hombre va a estar siempre en la norma. A un hombre siempre se le espera.

Un hombre encontrará unas manos que le mezan. Que le liberen poco a poco. Como a un instrumento de viento.

Un hombre se desnudará.

Un hombre será líquido. Su propio antídoto y veneno.

Un hombre será un proceso.

Un hombre te dirá, ciego, que le cojas de la mano.

Un hombre casi siempre va a llegar demasiado tarde a sí mismo.

Un hombre, sin luz, jamás sabrá quién es realmente.

 

Elio

Esloquehay