Ponen Coto a sonidos y silencios.

En los últimos años, se han llevado a cabo una gran cantidad de recortes, como ya sabréis y es de bien oídas, recortes en sanidad, en educación, en pensiones y un largo etcétera. Dentro este abanico existe otro tipo de recortes del que apenas nadie habla y no por ello menos importante. Hablo de los recortes en la música, si, la música también es educación.

Para los que recortan en música diré, que esta es imprescindible en la vida, ¿es que acaso a alguien no le gusta la música? Hasta en las sociedades más primitivas ya se creaban los primero ritmos acompasados, dando lugar a  los primeros  “instrumentos”. También diré, que la música es fundamental para el desarrollo sensorial, cognitivo, motor y psicomotor de la persona, ¿Por qué recortáis en algo que es bueno para el desarrollo de la personalidad ?

En el año 2011/2012 el Ayuntamiento de Madrid dejo de dar ayudas a las escuelas municipales de música, no ayudándoles a pagar la manutención de las mismas, abocándolas a la privatización total. El precio de la matricula se duplicó -y no es que estudiar música sea algo precisamente barato-  sin nombrar el despido de miles de profesores. A su vez se planteó que esta asignatura fuese optativa en los cursos de 5º y 6º de primaria. La música es algo intrínseco e inherente a la persona.

Múltiples has sido las manifestaciones que han tenido lugar en las calles de Madrid y el resto de España. Gracias al actual gobierno de Manuela Carmena, se ve una apertura hacia las nuevas ayudas por parte del Ayuntamiento a las escuelas municipales, asi como una mejora en sus instalaciones. Aunque no podemos olvidar que la Unión Europea( promovedora de la paz, el desarrollo y la cultura) a través de una ingeniosa directiva ha congelado el presupuesto de 1.5 millones de euros destinados a la música.

Aquí una oda, para que entendáis lo que siente un músico por ella, porque si recortáis en esto, estareis recortando un pedazo del que en verdad la siente.

Existe una sensación que te recorre el cuerpo de arriba abajo, que hace erizar todo el bello de tu cuerpo en una milésima de segundo, que permite que te desplaces a universos lejanos o a rincones incógnitos de tu mente. De la más suave a la más fuerte, de la más lenta a la más rápida, de lo clásico a lo moderno. La música, “el arte de las musas” el analgésico natural de cualquier ser, sintonía de silencios y sonidos, en los que los silencios, crean la armonía perfecta para unos oídos sedientos de ritmo y sinfonía.  Qué sería del mundo sin ella, sinfín de tristeza y soledad, un mundo que se apagaría poco a poco. Siento decirles, que todo el mundo la necesita, que como bien decía Ludwig van Beethoven “la música constituye una revolución más alta que ninguna filosofía”.

Y qué decir del milagro que supone el componer música, que permite transformar los sentimientos en melodía llevando consigo la liberación del alma. El frío metal del instrumento que al chocar con las suaves yemas de tus dedos, o el simple vibrar de una cuerda da lugar una sensación de vida para los cinco sentidos, la más alta expresión de los sentimientos. Pasión, locura, vislumbrar el sentir más profundo  a través de esas lágrimas que brotan sobre tus mejillas, sentirte inmersa en un universo de paz interior, como tu cuerpo se eleva a lo más alto, ausentándose de lo real, colmándose de melodía, y es que, cuando se toca un instrumento, se toca el alma de todos los presentes incluso la de uno mismo. La  música habla cuando las palabras se desvanecen, el lenguaje de la música, las sensaciones, haciendo desaparecer cualquier resquicio de soledad, aumentando los niveles de endorfinas.¿ Qué es entonces la música, sino ese arte de aumentarte o disminuirte el ritmo cardiaco, dependiendo si se trata de una pieza alegre o triste?

Por eso, ¿Quién es él o la que se atreve a recortar en este arte de musa?¿Quién es él o la que decide que una persona con pocos recursos no pueda desenvolverse en este ámbito? Diré una última cosa, Quien no sienta la música, o quien quiera arrebatarla, es porque su corazón está muerto.